El placer de la lectura

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Un mundo abierto a la imaginación

viernes, 24 de octubre de 2014



Actividad 2

Bloque II: Textos folclóricos: Adaptación  de un cuento.
 
No os ha pasado alguna vez, escuchando un cuento, que parte de la narración no era como la recordabais: “Yo me lo sé de otra manera…” Ahora sabemos que los cuentos de hadas, hace mucho tiempo, se transmitían oralmente de generación en generación, de pueblo en pueblo, de país en país… Así, esta manera de transmisión, permitía los cambios, las adaptaciones del transmisor, del orador, del cuenta cuentos... Estas adaptaciones no alteran la esencia fundamental del cuento, simplemente ajustan los elementos a la audiencia.
Aquí tenéis mi adaptación del cuento: "El hombre de la piel de oso” de los hermanos Grim, aunque en realidad habría que escucharlo. Espero que os guste.

Adaptación del cuento: “Piel de oso”
 

Erase una vez que se era un pueblo muy, muy lejano, de un país muy cercano de cuyo nombre ahora no puedo acordarme, donde vivía una familia muy antigua y noble: los condes de las Altas Torres que  tenían tres hijos. El más pequeño, Pelayo, era médico, como muchos de sus antepasados y decidió irse a un país de oriente a ayudar a los enfermos. Estuvo varios años curando y cuidando a niños, madres, y abuelos, en fin a todos los habitantes de ese país que le necesitaran. Pero un día enfermó y sus jefes decidieron mandarlo de  nuevo a su país.

Al llegar a su casa solariega de un pueblo muy, muy lejano de un país muy cercano de cuyo nombre ahora no puedo acordarme, ya restablecido de su enfermedad, se enteró que sus padres habían muerto y sus hermanos no querían que se quedara en la casa. ¡Ni siquiera le dejaron descansar de su viaje! y ese mismo día tuvo que emprender de nuevo su marcha. Pero antes de marcharse cogió un camafeo que su madre le había dejado en herencia.

Estuvo mucho tiempo buscando trabajo en hospitales, consultas de médicos, o en cualquier sitio, pero era una época de poco trabajo en ese país y no conseguía ningún mísero trabajo. Al cabo de meses, cansado de tanto buscar y no encontrar nada, se alejó por un camino y ya atardeciendo fue a parar a un calvero en el bosque, donde se recostó sobre una gran piedra a descansar pensando en su mala suerte. Había estado ayudando a muchos, pero ahora no tenía dinero y nadie necesitaba su ayuda, no sabía lo que iba a ser de él.
De repente apareció ante él un grotesco ser, parecía un ogro-duende, vestido de rojo  y negro que pegaba muchos saltitos y le dijo:

- Se lo que te pasa, necesitas dinero, y yo puedo darte todo el que quieras, pero antes me tienes que demostrar que no eres miedoso.

- ¡¡¡¡¡Miedoso yo!!!!! Si he estado rodeado de gente enferma y  no me he asustado de ninguna enfermedad ¿Qué me puede dar miedo a mí?

- ¡Deacuerdo, vamos a comprobarlo! Tienes que traerme la piel del oso que habita en el bosque por dónde has venido.

Pelayo se adentró en el oscuro bosque y al poco tiempo salió con la piel del oso a sus espaldas.

- ¡Muy bien!, me has demostrado que no tienes miedo de nada. Te daré mi traje de ricas telas y de cuyo bolsillo podrás sacar todo el dinero que quieras, pero tendrás que llevar esta piel de oso a modo de capa durante 3 años y no podrás quietártela en ningún momento, porque no podrás afeitarte, ni lavarte los dientes, ni las manos, ni el cuerpo ni siquiera podrás rezar durante esos tres años. Si soportas los tres años con estas condiciones habrás saldado la deuda conmigo y mantendrás todo el dinero que hayas acumulado, pero… si no consigues terminar los tres años con estas condiciones morirás.
Pelayo de las Altas Torres se lo pensó y decidió que si había soportado las enfermedades, el hambre y la suciedad en oriente, lo podría conseguir en su país, así que acepto el trato.

Se puso el traje rojo y negro de ricas telas y encima la piel de oso, y comprobó que del bolsillo podía sacar todo el dinero que quisiese. El primer año vivió como un verdadero rey, sin privarse de nada y acumulando el dinero que sacaba del bolsillo y además ayudaba a quien lo necesitara. Pero poco a poco la gente le daba la espalda y se apartaba cuando le veían venir, ya que olía cada vez peor y su aspecto empeoraba con el paso del tiempo. Su barba estaba sucia, larga y descuidada, su cara repugnante y mugrienta y el hedor que desprendía era espantoso. En resumen era repulsivo y apestoso acercarse a él. Todo el mundo huía de él, pero él les daba dinero y les socorría en lo que necesitaban pidiendo a cambio unas oraciones por él. Y como todo esto era bueno, no le temían y les parecía un buen hombre.

Una noche estaba muy cansado y pidió una habitación en un motel de carretera. El dueño no se la quería dar, pero como Piel de oso, que así le llamaban,  le pagó bien, consintió en darle la habitación más alejada. Cuando se estaba quedando dormido oyó en la habitación contigua a alguien gimiendo, y ni corto ni perezoso, se levantó y fue a ver qué pasaba. El vecino se asustó al ver un animal tan mal oliente y quiso huir, pero reparó en la voz humana que salía del oso y además parecía amable. Así, Piel de oso consiguió que el anciano le contase la causa de su sufrimiento.

- Me he quedado sin nada, mi casa, mi dinero guardado en el banco durante mucho tiempo, todo, todo  lo he perdido. Mañana  he de  desalojar mí casa y buscar un lugar para vivir con mis tres hijas.

- ¡No se preocupe! yo le puedo dar dinero para que solucione sus problemas.- Y diciendo esto metió la mano en el bolsillo del traje y sacó un montón de billetes.

El anciano asombrado, no supo que decir, ni como agradecer a este maloliente desconocido lo que acaba de hacer.

- Ven conmigo a nuestra casa y mis hijas te cuidaran.
 
Cuando aparecieron en la casa, las dos hijas mayores no quisieron ni acercarse a él y lo miraban con verdadero asco. La menor que se llamaba  Jimena pensó- este ser debe ser buena persona si ha ayudado a mi padre, así que seré  lo más educada que pueda con él.

Hablaron y hablaron, en la comida, en los paseos, en los atardeceres, al calor de la lumbre  y con el paso de los días, Jimena comprendió, al mírale a los ojos, que era una buena persona y se acabó enamorando de Pelayo. A Piel de oso le ocurrió lo mismo,  pero él, se tenía que marchar porque se acercaba el plazo de los tres años y debía volver al calvero a ver al ogro-duende. De esta suerte, el día que tenía que ir al encuentro del duende, le entregó la mitad del camafeo (el único recuerdo de su madre), y le susurro al odio:

- Si vuelvo nos casaremos, pero si no vuelvo es que he muerto. Así que ruega a Dios por mí y por mi regreso.
Las hermanas se burlaban de Jimena y le decían que nuca volvería y que sería mejor, porque así no tendría que vivir con un sucio y maloliente marido toda su vida.

Pelayo anduvo mucho tiempo hasta llegar al calvero del bosque al anochecer del día que se cumplía el plazo, y se recostó de nuevo en la piedra a descansar. De repente soplo un viento fuerte y apareció el ogro-duende, que parecía muy disgustado.

- Veo que has conseguido mantenerte, durante todos estos años, con la capa de piel de oso y ahora vienes a que te libere de tu deuda.

- Pues sí, ¡aquí estoy! Te devuelvo la piel de oso y tu traje, y tú me tienes que liberar de la deuda contraída contigo y has de dejadme ir con mi aspecto anterior.

El ogro-duende furioso, cumplió su parte del trato y se fue refunfuñando y pataleando.

Pelayo se compró ricas y elegantes ropas y se dirigió a la casa del anciano y las tres hijas. Cuando llegó nadie le recoció. Las hijas mayores le atosigaban con preguntas y melindres,  mientras que Jimena estaba apartada y triste. Llegó la hora de la cena y las dos mayores fueron a cambiarse de ropas,  más Jimena se quedó poniendo la mesa y le ofreció un vaso de vino al forastero. El forastero, (no se había dado cuenta que era Pelayo) le pidió que se sirviera otro vaso para ella y se sentará junto a él. Sin que Jimena se diera cuenta metió su mitad del camafeo en la copa. Cuando Jimena bebió el vino encontró la mitad del camafeo y miró al forastero a los ojos dándose cuenta de que era Pelayo y estalló en vítores de alegría abrazando a Pelayo y besándole.

Justamente en ese momento llegaron sus hermanas, que percatándose de lo que estaba pasando, huyeron despavoridas de la envidia y nunca más se supo de ellas.

Al día siguiente Pelayo y Jimena se casaron y vivieron felices por siempre jamás.

Justificación

Los cuentos de hadas tienen gran importancia tanto en el desarrollo psicológico infantil como en la transmisión cultural, pero la narración debe estar conectada con todos los aspectos de la persona del niño sin menospreciar sus sentimientos. El poeta alemán Schiller escribió: “El sentido más profundo reside en los cuentos de hadas que me contaron de pequeño, más que en la realidad que la vida más ha enseñado” (The Piccolomini, III, 4)

Tenemos que tener en cuenta todo esto, a la hora de adaptar bien un cuento para nuestros alumnos.

En primer lugar hay que tener en cuenta la edad a la que queremos dirigir la narración. La edad seleccionada para mi adaptación es de 10-11. En esta edad están en una fase de transición de la infancia a la madurez. Están en el estadio de operaciones concretas (Piaget). Empiezan a poder razonar sobre suposiciones, distinguen lo real de lo posible. Aparece el interés por cuestiones sociales y políticas y empiezan a cuestionarse las normas para llegar a un juicio personal.

Toda adaptación debe mantener la estructura básica de todos los cuentos maravillosos, que según Vladimir Propp es la siguiente:
  • Planteamiento: Se presenta al personaje principal y el entorno.
  • Nudo: El personaje principal debe superar una serie de obstáculos.
  • El desenlace: El personaje principal logra su objetivo y supera las pruebas. El final es feliz y normalmente hay algún cambio de categoría social de algunos personajes.
Para los niños debe presentarse de forma cronológica y lineal.
En la adaptación que he realizado he respetado esta estructura, pero he variado ciertos elementos:

  • He puesto nombre a los protagonistas, para acercarlos más al niño.
  • El alistamiento en el ejercito por la colaboración en África como médico, algo muy actual hoy en España con el tema de Ébola.
Los niños de 10-11 son curiosos y siempre están pendientes de los que les rodea, y éste tema lo oyen en casa, en el colegio, en las noticias, por eso me ha parecido adecuado cambiar la guerra por la colaboración en África.
  • El diablo lo he sustituido por un ogro-duende, aunque la figura del diablo no les es ajena a esta edad, se ajustaba más al relato, el ogro-duende.
  • He mantenido el atardecer para el encuentro con el personaje mágico.
  • También he acortado el tiempo de la prueba, de 7 años a 3 años.
  • Y lo más importante he eliminado el suicidio de las hermanas ya que no me parece apropiado para niños de estas edades, y no lo pueden ver como una solución a los problemas. Lo he sustituido por la desaparición, el alejamiento de la familia y la vida con los protagonistas.
  • He mantenido el final feliz de los protagonistas.
  • El lenguaje y el vocabulario ha variado para adaptarse a los niños de 10-11 de hoy, aunque puede variar al ser narrado.
Ha sido una actividad interesante y enriquecedora, que pensé iba a costarme mucho más.

Después de las últimas sesiones de clase y leer los documentos de la asignatura, tengo claro que los cuentos son importantísimos, y que los debo utilizar en el aula y muchas veces habrá que adaptarlos al nivel evolutivo de los alumnos.


Referencias externas:


• http://creatividadcep.blogspot.com.es/2012/11/la-princesa-del-norte.html  (Página interesante sobre los cuentos, adaptaciones, creaciones…)
• 
http://sonandocuentos.blogspot.com.es/
• Bettelheim, Bruno-Psicoanálisis de los cuentos de hadas,Crítica, Barcelona 1994
• Apuntes de literatura 3º EP
• 
http://campus.usal.es/~ehe/anisi/Art/C.pdf

6 comentarios:

  1. ¡Buenas!

    La historia en sí me ha gustado, pero pienso que al principio te desvías bastante de la versión original y que has hecho demasiados cambios. Tú justificación me parece que esta muy bien estructurada. Has dejado bastante claro el esquema de Propp y en que se basa el planteamiento, nudo y desenlace. También he visto que te has surtido de bastantes fuentes en las que ampararte.
    ¡Enhorabuena!

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    1. Bueno... yo no creo que el principio se desvíe del original porque los acontecimientos son los mismos solo que se han actualizado. Por lo demás es un buen comentario.

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  2. Muy bien elaborado el cuento. Creo que yo he entendido de adaptar cambiar un poco la idea del cuento, sin cambiar el protagonista y la aparición de algún ser grande. Pero tu has explicado bien sobre la edad de los niños y evitar algunas ideas como la muerte de las hijas para no hablar de ese tema a los chicos de esa edad.

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    1. Adaptar es, precisamente, cambiar lo accesorio pero manteniendo la idea, la estructura, los roles, los motivos y la magia de los textos folclóricos. Creo que Victoria lo ha hecho muy bien.
      Bien anotado el tema de la relación con la edad de los receptores.

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  3. ¡Gracias a los dos!.
    Los dos opináis que he cambiado mucho el cuento. Yo no lo creo, la estructura básica del cuento no ha cambiado:
    - Están el planteamiento, cuando Pelayo, decide marcharse a África,
    y lo de poner nombre al protagonista no creo que afecte a la historia.
    - El nudo y el desenlace, son el alejamiento de casa al llegar y sus hermanos no le dejan quedarse, luego vienen la resolución de conflictos, aventuras que es cuando se va a buscar trabajo y no lo encuentra y posteriormente al encuentro con el ogro, tiene que vivir con la piel de osos durante 3 años, lo que supone muchas penurias y pruebas a superar.
    El desenlace, cuando ha superado las pruebas y recupera su aspecto y se casa con Jimena.

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  4. Bueno, Victoria. Enhorabuena. Me ha encantado tu adaptación. La actividad, en general, está casi perfecta, pero para el 10 te faltan un par de cosillas:

    - Revisa el cuento porque tiene erratas y, aunque no bajan la calidad, deslucen bastante.
    - En la explicación de los cambios, hablas de Propp pero haces una argumentación no basada en el esquema del viaje iniciático sino en la estructura general de la narración (planteamiento-nudo-desenlace) que no es de Propp.
    Tampoco has hecho referencia a los motivos principales que conservas ni a los roles de los personajes (que también conservas).

    Si completas y revisas lo que te digo, será una actividad redonda.

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