COMPRENSIÓN, CARIÑO Y DISCIPLINA EN EL AULA
Buscando información para la primera actividad encontré una página que todos deberíamos leer para tener muy en cuenta los aprendizajes que podemos obtener de la maravillosa visión y manera de afrontar situaciones en el aula con niños conflictivos, que tiene Amy Murray, la directora de educación infantil en la Calgary French & International School en Canadá.
¿Cómo actuaremos con los niños que molestan y tienen una conducta complicada en el aula?
Ese niño que pega, que interrumpe, que molesta…
Ese niño que pega, que interrumpe, que molesta…
Lo primero que tenemos que hacer es conocer al niño y averiguar las causas de esa actitud. Y por supuesto darle la comprensión, ayuda y cariño que necesita, porque solo es un niño.
Una serie de referencias que he recopilado de diferentes fuentes.
- Investigar cuáles son las necesidades o dificultades del alumnado.
- Analizar el propio estilo docente, y buscar formas de mejorarlo.
- Aprender a separar persona de problema.
- Promover el intercambio y el apoyo mutuo entre el profesorado.
- Trabajar por equipos docente.
- Implicar al alumnado en el establecimiento de las normas de convivencia.
- Organizar el aula a través de metodologías participativas y cooperativas
- Promover la formación del grupo a través de tutorías.
- ¿Está viviendo una situación particular que pueda estar afectándole? (nacimiento de un hermano, muerte de un abuelo, separación de los padres, etc.)
- ¿Vive en un entorno marginal con alto riesgo social?
- ¿Pertenece a una familia desestructurada (separación de los padres), crianza con otras figuras familiares (abuelos, tíos...)?
- ¿Se conocen malos tratos hacia el niño (físicos o psíquicos), abandono, negligencia o incumplimiento de los cuidados básicos del de los cuidados básicos del mismo (comida, higiene, escolarización, etc...)?
- ¿Las primeras conductas disruptivas se manifestaron antes de los 5 años?
- ¿Estas conductas son persistentes y permanecen a lo largo del tiempo a pesar de sufrir fluctuaciones en su frecuencia e intensidad?
- ¿Disfruta de actividades que suponen riesgo físico para él mismo u otros
- ¿Existen paralelamente a las conductas disruptivas un retraso significativo en el aprendizaje escolar?
- ¿Es temido o rehusado por una parte significativa de sus compañeros en el colegio?
- ¿Sus padres o tutores no se muestran colaboradores y no suelen asistir regularmente a las reuniones en el colegio?
- ¿Tiene el niño un patrón de comportamiento caracterizado por dos o más de las siguientes características?: Hiperactividad; Impulsividad, Déficit Atencional, Baja tolerancia a la frustración.*
Pero hay actuaciones que sirven para cualquier causa o motivo de dicha conducta como:
- Reorganizar como se sientan, ponerle en un determinado lugar, para que esté más atento, se distraiga menos, o para que esté lo más cerca posible del profesor, ya que así le podemos observar mejor.
- Hacer actividades grupales.
- Integrar alguna actividad donde deba hacerse responsable.
- Escucharle, porque a lo mejor no se sienta escuchado ni integrado.
- Todos los alumnos den a conocer sus impresiones acerca del trabajo que se realiza. Lo importante del proyecto es que motive un interés grupal por conocer o hacer algo con el resto de sus compañeros, sus compañeras y sus profesores.
- Trabajar con proyectos nos brinda la posibilidad de construir algo con la ayuda de otros; es un trabajo profundamente socializador y motivador del compromiso. Cada alumno debe hacerse cargo de su tarea como parte fundamental de la construcción grupal. En este contexto los alumnos rechazados son integrados en tareas inmediatas, cortas, interesantes, en donde la retribución de sus pares sea un elemento generador de confianza y de nuevas relaciones emocionales. Un buen mecanismo es descubrir y potenciar las habilidades particulares del alumno rechazado, para poder mostrar a sus compañeros tales características, rescatando su valor e importancia para el trabajo comunitario. **
Después de entender, comprender y querer a todos nuestros alumnos no debemos dejar de lado la disciplina. Algunas pautas que nos pueden servir de ayuda pueden ser:
- Dejar claro desde el principio cuál es el rol de cada uno.
- Establecer unas normas desde el principio.
- Fomentar la horizontalidad de las relaciones: Un profesor debe de ser capaz de transmitir a sus alumnos la sensación de que pueden contar con él para resolver sus problemas académicos y de que pueden transmitirle sus quejas sin temor a ser reprendidos por ello, y debe ser capaz de hacer esto sin que su autoridad se ponga en entredicho.
- La amonestaciones: Con cariño y en privado.
- Y sobre todo ser constante en nuestra manera de actuar en estas situaciones.
Todo esto lo iremos aprendiendo con la práctica pero no bien mal tenerlas en cuenta.
Paginas consultadas:
*Preguntas extraídas de:
**Texto extraído de:
Página con consejos de actuación en el aula:
Disciplina en el aula:
Consejos para se un buen profesor de primaria:
Muy interesante, te lo anoto.
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